Se ha analizado la degradación marina del bioplástico más utilizado y se ha observado que dura más de un año sin degradarse. Lo han hecho en la revista PolsONE.
Los bioplásticos se utilizan como solución a los problemas ambientales que genera el plástico. La más utilizada es la PLA. Se produce a partir de maíz, mandioca, remolacha, etc. y se etiqueta como biodegradable y compostable. Pero una cosa es que sea degradable en determinadas condiciones industriales y otra en el medio ambiente. De hecho, esta investigación se realizó para conocer qué pasa en el mar.
Se analizaron diez tipos de tejidos: textiles de celulosa derivados de la madera, de algodón, de PLA, plásticos derivados del petróleo (polietileno, polipropileno y tereftalato) y mezclas de derivados del petróleo y celulósicos. Todos ellos son habituales en la industria textil, embalajes, etc.
Estos tejidos fueron depositados en la superficie del mar y en el fondo marino a unos 10 metros de profundidad. Las muestras fueron analizadas en laboratorio cada siete días. Dicen que las fabricadas con celulosa y algodón se degradan en un mes, mientras que en PLA y derivados del petróleo no encontraron indicios de degradación durante los 424 días de experimentación.
A la vista de estos resultados, los investigadores han reivindicado la necesidad de estandarizar los estudios de degradación ambiental de un material para clasificarlo como biodegradable o compostable. De hecho, aunque degradables en determinadas condiciones, también contaminan el medio ambiente.