Las plaquetas de nuestra sangre son capaces de atacar al parásito Plasmodium falciparum, responsable de la malaria. Como se puede apreciar en la figura superior, la plaqueta (a la derecha) se une al glóbulo rojo infectado (a la izquierda) y mata al parásito interior del mismo. Un trabajo publicado hoy en la revista Science desvela las claves de este mecanismo de defensa. La plaqueta segrega una proteína llamada PF4 que entra en el interior del glóbulo rojo y que, aunque no saben cómo hacerlo, han descubierto que es la proteína la que provoca la muerte del parásito. Sin embargo, para introducirse en la célula PF4 es necesario que el glóbulo rojo tenga un receptor Duffy, que muchas poblaciones africanas no tienen. Sin embargo, según los investigadores, la proteína PF4 y el receptor Duffy podrían ser nuevas armas en la lucha contra la malaria.