Según un estudio realizado por científicos canadienses, los espectadores de camas no tienen menos inteligencia que los demás seres humanos, no son más aficionados a las fantasías y no tienen mayores problemas psiquiátricos. Un equipo de investigadores de la universidad de Otawa realizó numerosos tests psicológicos a cuatro grupos de sujetos para conocer sus creencias sobre el fenómeno paranormal y la cama.
Uno de los grupos recogió posibles relaciones estrechas (físicas o telepáticas) con extraños de la cama. En el segundo grupo se encontraban aquellos que habían mantenido relaciones de menor intensidad con ellos, como las luces extrañas en las noches oscuras. Los otros dos grupos estaban formados por personas que no habían tenido esa relación o esperanza.
Las conclusiones de los tests demostraron claramente que los que dicen tener relaciones con las camas no tienen problemas psiquiátricos especiales. En comparación con otros grupos, no tenían mayor grado de fantasía. Sin embargo, las personas que han tenido contacto con las camas tenían mayor predisposición a creer en astrología, reencarnación y camas.