Los astrónomos no sabían por qué no son esféricos la mayoría de las nebulosas planetarias. Ahora, un grupo de astrónomos alemanes ha recibido por primera vez pruebas directas sobre la influencia de los campos magnéticos.
Las nebulosas planetarias surgen cuando estrellas como el Sol llegan al final de su vida. En contra de lo que cabría esperar, la mayoría no tiene forma esférica, ya que cerca del 80% son bipolares o elípticos. Para explicar cómo y por qué adoptan ese aspecto, había varias teorías.
Algunos consideran que la esfericidad se rompe debido al viento provocado por una estrella cercana. Otros consideran que se debe al efecto centrífugo. Sin embargo, la teoría que más fuerza tenía últimamente era la que tenía en cuenta el campo magnético. Y ahora han demostrado que funcionaban correctamente.
Al parecer, la materia que sale fuera de la estrella queda atrapada en el campo magnético, lo que hace que las nebulosas planetarias adquieran un aspecto tan singular y elegante. El equipo de astrónomos ha estudiado cuatro nebulosas con el espectrógrafo FORS1 del telescopio VLT situado en Chile, y han comprobado la existencia de campos magnéticos en las cuatro. Estas zonas tienen entre 1.000 y 3.000 Gauss, es decir, una mil veces menor que la del Sol.
El siguiente paso es medir el campo magnético de las estrellas centrales de las nebulosas planetarias esféricas. Si la teoría es directa, el campo magnético de estas estrellas debe ser más débil. Las investigaciones ayudarán a comprender la relación entre el campo magnético y la forma de la nebulosa.