Los investigadores de CIC biomaGUNE en Donostia y SISSA en Italia han dado un paso importante en la recuperación de lesiones medulares. Han conseguido restablecer la conexión entre neuronas y reparar la lesión.
Ya habían comprobado que en los sistemas in vitro, es decir, en las culturas celulares, se creaban conexiones neuronales, pero faltaba el salto a un in vivo en los animales lesionados de la médula espinal. En esta ocasión, se han obtenido resultados funcionales en animales con la médula espinal parcialmente cortada, reconectando las fibras de forma efectiva. Los nervios se han vuelto a conectar en el lugar donde estaban lesionados y, además, los animales han recuperado la funcionalidad de las piernas. También se ha demostrado que es un material biocompatible, es decir, no se ha detectado ninguna reacción inmune.
Para ello se han utilizado biomateriales basados en nanotubos de carbono, ya que previeron que sus propiedades eléctricas y mecánicas eran adecuadas. En particular, los nanotubos de carbono pueden ser interesantes para generar interacciones entre células nerviosas y células cardiacas excitantes. Además de permitir la comunicación intercelular, los investigadores de CIC biomaGUNE aseguran que se pueden construir con ellos andamios mecánicamente estables que mantengan el crecimiento nervioso. En este caso han utilizado una especie de esponja formada por nanotubos de carbono, formados por fibras que se cruzan entre sí.
El trabajo, publicado en la revista PNAS y según los investigadores de CIC biomaGUNE, supondrá un gran paso en el futuro para la aparición de lesiones medulares, lesiones del nervio óptico o lesiones traumáticas que impidan la conexión entre neuronas. Pero hablan de prudencia, porque aún está lejos el momento de extenderlo a los seres humanos. Son muchos los aspectos que aún hay que trabajar desde el punto de vista del material, desde el punto de vista de las condiciones de implantación, desde el punto de vista de las condiciones de actuación del material, etc. Por ejemplo, es fundamental profundizar en las propiedades microestructurales y mecánicas del material, así como en las propiedades que faciliten la conexión entre neuronas para evitar efectos secundarios o rechazo del propio material por parte del cuerpo (rigidez, elasticidad, esponjamiento, compacidad, tamaño de los poros entre las fibras, etc.).
Por otra parte, uno de los aspectos más importantes de este proceso de reconexión es saber si se producen las mismas conexiones previas a la lesión o si se produce una plasticidad neuronal, es decir, si se crean conexiones que antes no existían y de este modo busca otra forma de reconectar los sistemas nerviosos para adaptarse a la nueva situación.