En la Universidad Estatal de Oklahoma se ha sintetizado un material de propiedades similares al nácar, en nanoescala. El material está formado por nanocerubos de arcilla y polímero PDDA y es tan duro y flexible como nácar.
Estas propiedades hacen que el nácar sea un apreciado científico, ya que es un material idóneo para la aeronáutica o la fabricación de prótesis.
El nacar natural está formado por proteínas y carbonatos cálcicos, con una estructura a modo de tabique. Las proteínas forman capas con pocos nanómetros y dan flexibilidad a la estructura, mientras que el carbonato cálcico cumple la función de ladrillos y le da dureza. En la versión artificial los polímeros sustituyen a las proteínas y las arcillas al carbonato cálcico.
Los investigadores utilizan un robot para sintetizar nácar artificial.