Investigadores de la Universidad Pública de Navarra han descrito en un libro 276 variedades de manzano autóctono de Navarra. Además, se ha observado una gran riqueza en biodiversidad genética, ya que muchas muestras son genéticamente diferentes.
La diversidad es evidente, entre otras cosas, en la fuerza de los árboles, en la tendencia a la bifurcación y en el color y tamaño de las hojas y flores. Hay variedades de mesa y de sidra, que pueden ser utilizadas en pastelería, y otras que no se pueden utilizar, ya que son muy dulces o por la consistencia y firmeza de la miga no son aptas para el consumo o la elaboración de sidra. Pero pueden tener otras capacidades, como la resistencia a plagas y enfermedades.