Un estudio realizado en Dinamarca revela que los que beben vino compran alimentos más saludables que los que beben cerveza y licores.
Se han realizado numerosas investigaciones para comprobar el efecto beneficioso que tiene sobre la salud el vino y especialmente el vino tinto. Mediante estudios estadísticos, se observa que los consumidores habituales de vino tienen menos riesgo de sufrir infartos y ciertos cánceres que los que consumen otras bebidas alcohólicas. Por otro lado, se ha demostrado que el vino contiene sustancias que tienen un efecto protector frente a estas enfermedades, como los polifenoles.
Sin embargo, según el estudio danés, los alimentos que comen los comensales pueden tener mucho que ver en ello. De hecho, se analizaron 3,5 millones de productos comprados por la gente y se comprobó que los compradores de vino compraban más aceitunas, frutas y verduras, pollo, aceite, queso bajo en grasa, leche y carne que los que compraban cerveza. Por el contrario, los cerveceros compraban más comida, salchicha, azúcar, carne de cerdo, mantequilla o margarina, cordero y bebidas refrescantes que otros.