A Martitz por la kamchatka

En varias ocasiones hemos explicado a nuestros lectores los planes soviéticos de exploración espacial a corto y medio plazo. Como es sabido, el objetivo final es que el ser humano se martes a principios del siglo próximo.

En varias ocasiones hemos explicado a nuestros lectores los planes soviéticos de exploración espacial a corto y medio plazo. Como es sabido, el objetivo final es que el hombre se desplace a principios del siglo que viene y para ello está planeada una serie de misiones que explorarán el planeta rojo. La primera misión era Fobos, que no pudo cumplir por completo su trabajo. En los próximos años se lanzarán nuevas misiones para lograr este último objetivo.

Entre las misiones previstas a corto plazo se encuentra Martitz 96. Esta misión tiene una particularidad importante, que consiste en el lanzamiento de un vehículo de control remoto. Los vehículos que en la década de 1970 fueron iluminados con éxito por los soviéticos fueron bautizados con el nombre de Lunakhod y a los que marcarán se les denominará Marsokhod. Los soviéticos ya han construido un prototipo de marsokhoda y han comenzado a hacer test de campo.

Para la realización de los tests de campo se han seleccionado los Parajes Terrestres con condiciones similares a las de la superficie de Marte, donde se demostrará la controlabilidad, adaptabilidad, adecuación, flexibilidad, etc. del vehículo. Entre las zonas de test seleccionadas se encuentra la región del volcán Tolbajik de la península de Kamchatka, al este de Siberia. Otro campo de test es el desierto de Mojave en California.

El pasado mes de septiembre, Tolbaji ha realizado las primeras pruebas del vehículo Marsokhod en el volcán y ha sacado conclusiones positivas. Además de diseñadores e ingenieros soviéticos, liderados por Alexander Kermurdian y Valeri Gromov, han estado presentes representantes de uno de los promotores del proyecto, THE PLANETARY SOCIETY. Los movimientos y el recorrido de la marsokhoda se han rodado en vídeo para poder analizarlos más detenidamente. El vehículo ha tenido una dura prueba: ha estado entre las cenizas; ha tenido que subir y bajar las pendientes; ha tenido que superar o descartar los obstáculos, etc.

El objetivo principal de estos tests era realizar una serie de ensayos que permitieran medir la velocidad mediante el uso de los diferentes tipos de momentos en las ruedas del vehículo, así como conocer el movimiento de las ruedas y su influencia en el momento. Los soviéticos quieren que la chasis del vehículo sea también un medidor. Su velocidad, características del suelo, morfología de la superficie, etc. las mediría.

Las sesiones no han terminado por tanto. La próxima primavera, en el desierto de Mojave, se les dará continuidad en sus condiciones especiales (calor y sequedad).

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