EEUU, Rusia, Noruega y Ucrania se han unido para poner en marcha el nuevo “cosmodromo” del Pacífico. Y lo nuevo es que hasta ahora no se han instalado pistas para lanzar satélites en el mar o para derribar cohetes, por lo menos nosotros sabemos. En concreto, dos compañías aeronáuticas de los cuatro territorios se han reunido para dar un nuevo uso a una antigua plataforma petrolífera, lo que les permitirá probar nuevas tecnologías.
Entre otras cosas, el nuevo cosmódromo permitirá lanzar satélites a una órbita más alta de lo normal, utilizando la tecnología de misiles desarrollada en Ucrania. Además, su ubicación en zonas alejadas de la tierra aportará numerosas ventajas, entre las que se encuentran los problemas de contaminación provocados por los cosmódromos urbanos. Aunque la nueva pista no ha anunciado su fecha de inicio, la compañía de EEUU Boeing, encargada de la explotación del nuevo cosmódromo, ha anunciado que se espera finalizar la primera fase de las obras antes de que finalice el año.