La mayoría de los científicos han previsto que a medida que los niveles de dióxido de carbono aumenten y la Tierra se calienta, la diversidad de plantas de las selvas tropicales disminuirá. Sin embargo, según los investigadores del Smithsonian Tropical Research Institute de Panamá, en el pasado, el clima se calentó muy rápidamente en una época determinada, siendo más abundantes las nuevas especies vegetales creadas en la selva que las que se habían puesto en peligro de extinción.
Hace 56,3 millones de años, la denominada Cumbre Térmica del Paleoceno/Eoceno, la Tierra se calentó entre 3 y 5 grados, llegando a duplicar la cantidad de dióxido de carbono en un período de 10.000 años. Estas condiciones extraordinarias duraron 200.000 años. El estudio de los granos fosilizados de polen de las selvas colombianas y venezolanas ha puesto de manifiesto que, aunque en aquella época desaparecieron algunas especies vegetales, surgieron muchas más nuevas especies.
Por otro lado, los científicos consideran que las conclusiones de la investigación deben tomarse con prudencia. Alguien podría concluir que el cambio climático actual también podría reportar beneficios para las selvas pluviales. Sin embargo, los posibles efectos positivos podrían quedar en desuso, por ejemplo, si las temperaturas subieran demasiado rápido, ya que las plantas no tendrían la posibilidad de adaptarse a la nueva situación. Además, la escasez de agua podría ser crítica, ya que en la Cumbre Térmica no hubo falta de agua, pero las previsiones actuales apuntan a que podría no ser así en el futuro.