La mayoría de la población mundial consume alimentos producidos con aguas subterráneas no renovables. Este es el resultado de un estudio realizado para medir el impacto del comercio internacional de alimentos en las aguas subterráneas. El trabajo ha sido publicado en la revista Nature.
En la actualidad, cerca del 70% de las aguas subterráneas se destinan a usos agrícolas, lo que está provocando una fuerte disminución de los niveles de agua de los acuíferos, especialmente en zonas áridas. Además, en muchos de estos acuíferos el agua no se renueva y, por tanto, está en vías de agotamiento. Esto, además de sus efectos sobre el medio ambiente, pone en peligro la sostenibilidad de la producción alimentaria. Pues bien, en este trabajo, publicado recientemente en Nature, se ha calculado el consumo de agua subterránea no renovable entre 2000 y 2010 para la producción de alimentos movidos en el comercio internacional.
Según estas estimaciones, el 11% de las aguas subterráneas no renovables utilizadas en este tiempo fueron destinadas a la producción de alimentos exportados. Y dos tercios de este agua se destinaron a las exportaciones de tres países: Pakistán 29%, EEUU 27% e India 12%. Estos países utilizaron principalmente el agua para producir trigo y arroz.
Además, los investigadores han descubierto que los países con una mayoría de población mundial importan la mayor parte de los alimentos de países que utilizan aguas subterráneas no renovables. Y subrayan que hay países que tienen un impacto especialmente importante, ya que hacen dos cosas: exportar e importar alimentos producidos con aguas subterráneas no renovables. Entre estos países se encuentran EEUU, México, Irán y China.