La mayoría de las plantas no se mueven mucho, pero hay plantas capaces de hacer movimientos rápidos. Por ejemplo, en cuanto se siente la comida, la planta carnívora Dionaea muscipula cierra sus hojas. El fruto de la planta Ecballium elaterium explota para repartir las semillas y las pequeñas flores del Cornus canadensis o Zuhandor canadiense lanzan al cielo.
Un grupo de botánicos analiza el movimiento de las plantas. En general, las plantas tienen tres formas de moverse. Para realizar movimientos pequeños y lentos, las células se inflan y vacían. Las hojas de la planta Dionaea muscipula, por su parte, son capaces de almacenar energía y la utilizan cuando la necesitan. Por último, el penacho canadiense basa en la presión intracelular: la presión aumenta poco a poco, hasta que la célula explota.
Según los investigadores, la clave está en la velocidad de llegada del fluido a los tejidos, lo que diferencia los tres tipos de movimiento. Además, han demostrado que los hongos utilizan el mismo sistema para moverse.