El grupo de investigación Biología Celular en Toxicología Ambiental del Departamento de Zoología y Biología Celular de la UPV/EHU acaba de descodificar la transcripción del coco. Transcriptoma es la parte que se transcribe o se lee del genoma. En la mayoría de los seres pluricelulares se encuentra alrededor del 1,5% del genoma.
Para llevar a cabo este trabajo de investigación, los investigadores de la UPV/EHU capturaron en Ondarroa varios ejemplares de korrocoya. De cada ejemplar se separaron varios órganos, como hígado, branquias, gónadas, cerebro, etc., de los que se extraió el ARN mensajero. A continuación, todo el mensajero de ARN se ha convertido en ADN adicional (cADN).
Todos estos ADN adicionales fueron enviados al servicio de secuenciación de la Universidad de Newcastle. De hecho, disponen de un nuevo sistema de secuenciación, muy rápido y eficaz. De esta manera, el equipo de investigación de la UPV ha obtenido toda la información de la transcriptora del coco, 126 millones de nucleótidos.
"Después llega el trabajo más cansado. Dar sentido a toda esta información. Es decir, examinar a qué género corresponde cada secuencia", afirma Ibon Cancio, director del proyecto.
"Hemos adquirido partes de 18.332 genes. No son todos los genes del corredor, pero sí más de la mitad" añade Cancio. Con toda esta información han desarrollado un microchip de ADN que permite investigar cómo se modifica el nivel de expresión de todos estos genes ante la contaminación.
El equipo de investigadores de la UPV-EHU espera descodificar la transcripción del bazo el próximo año para conocer el estado de salud de los suelos.