La barrera de coral de Florida es la más grande de Norteamérica y la tercera del mundo. El mayor es el de Australia y el segundo el de Brasil. Todos estos arrecifes están constituidos por comunidades de organismos productores de carbonato cálcico. Los arrecifes de coral son ciudades submarinas construidas durante miles de años con carbonato cálcico.
El carbonato cálcico es producido por muchas plantas y animales marinos, incluyendo algunas especies de algas e invertebrados marinos. El carbonato cálcico es utilizado como esqueleto, pudiendo el esqueleto ser un esqueleto interno similar al esqueleto humano o un esqueleto externo similar a los caracoles. En ambos casos, los esqueletos de carbonato cálcico forman estructuras rígidas que soportan las ondas: arrecifes. Cuando el componente principal de los arrecifes son los corales y algunas especies de algas, los arrecifes se denominan arrecifes de coral.
En estos arrecifes coralinos habitan las colonias de pequeñas anémonas. Estos organismos son a menudo fotosintéticos y aunque los corales son carnívoros –se alimentan de zooplancton–, la mayor parte del oxígeno y la energía que necesitan para vivir se almacenan como productos laterales de la fotosíntesis de las anémonas. Las anémonas, además, aumentan la producción de carbonato cálcico en las colonias de corales, contribuyendo al crecimiento de los arrecifes. La relación entre las colonias de coral y anemona es simbiótica, las anémonas son beneficiosas para los corales y viceversa. Las relaciones simbióticas entre los organismos que viven en los corales son muy habituales.
Los arrecifes de coral se encuentran en aguas cercanas a masas de tierra seca y requieren condiciones físicas muy precisas para su desarrollo. Por lo general, las barreras coralinas crecen en zonas tropicales, entre los trópicos de Capricornio y Cáncer, debido a que las aguas tropicales son cálidas, claras, con bajos niveles de nutrientes –nitrógeno y fosforo- niveles estables de temperatura y salinidad. Sin embargo, las corrientes oceánicas pueden alterar el estado físico de una zona y ampliar o reducir las regiones de desarrollo de los arrecifes. En Florida, por ejemplo, las aguas calientes de la corriente del Golfo hacen que la barrera de coral crezca más al norte de lo que le correspondería.
La rigidez de los arrecifes es una barrera natural de protección contra el poder destructivo de las tormentas tropicales. Los arrecifes son el hogar de cientos de seres marinos: son zonas de gran biodiversidad, 22 de los 23 filmes animales que hay en la Tierra. A su vez, son hábitats con un alto grado de producción de carbono, con 2.000 decagramos de carbono por metro cuadrado.