En algunas cuevas en las que se han dibujado en su interior imágenes de la prehistoria existe cierta relación entre la ubicación de las imágenes y su sonoridad. Cuanto mayor es la sonoridad en un lugar, mayor es la probabilidad de encontrar dibujos y símbolos en él.
El profesor Iegor Reznikoff de la universidad de Nanter en París ha preparado un sistema para demostrarlo. En la cueva se utiliza la voz y el oído, y a veces el diapasón y el sonómetro, para detectar dónde se encuentra más fuerte en los recovecos interiores. Posteriormente, se compara el mapa sonoro con la ubicación de las imágenes.
Se han realizado pruebas en las cuevas de Ariege y Euskal Herria y se ha comprobado la relación entre el sonido y la imagen. Últimamente han pasado por el río Yonne en cuevas prehistóricas de Arcy-sur-Cure.