Un fósil descubierto en el suroeste de China ha permitido dar un paso adelante en la comprensión de la evolución de los artrópodos. El nombre de Diania cactiformis, y el sobrenombre de "cactus", ha sido puesto por el equipo de paleontólogos que ha descubierto (de la Universidad Freie de Berlín) y han explicado que el descubrimiento ha servido para confirmar que los artrópodos provienen de los lobópodos.
Se trata, precisamente, de un animal del grupo Lobopodia, es decir, de un grupo de animales similares a los de las negras patadas (la mayoría caducadas). El cactus ambulante, que vivió hace 500 millones de años, tenía una longitud aproximada de seis centímetros y, al igual que el resto de los lobopodios, tenía un cuerpo blando. A diferencia del resto de los lobopodios conocidos, sin embargo, tenía patas articuladas (como los artrópodos). Y eso es lo que los científicos han destacado. De hecho, han creído que los artrópodos procedían de los lobodiodos desde hace tiempo, pero hasta ahora no encontraron en este grupo animales con patas articuladas.