En un reciente estudio realizado en la Universidad de Washington, se ha obtenido información relevante sobre la influencia de los yogures probióticos.
El estudio, financiado por el Instituto de Salud de Estados Unidos y la compañía Danone, tenía como objetivo comprobar si las bacterias que contienen los yogures probióticos afectan a la población intestinal de bacterias. De hecho, se ha sugerido que las bacterias de estos yogures se convierten en parte de la flora intestinal, lo que las hace beneficiosas para la salud. Es más, los fabricantes de yogures han utilizado este argumento para ensalzar su producto.
Sin embargo, el resultado de la investigación probablemente no ha sido tan bueno como quisieron los productores y vendedores de estos yogures. De hecho, han demostrado que las bacterias de los yogures no influyen en la población intestinal.
Para ello, han realizado la investigación con siete gemelos. A uno de los gemelos y al otro no, se les han suministrado yogures probióticos con cinco especies de bacterias, dos veces al día durante siete semanas. Se han tomado muestras de flora intestinal y de heces antes, durante y después de comer yogures y han observado que no hay ningún cambio en la composición de la población bacteriana intestinal. La investigación, dirigida por el microbiólogo Jeffrey Gordon de la Universidad de Washington, ha afirmado que este resultado "no es de extrañar", ya que la cantidad de bacterias que se suministran con yogures es es una fragilidad comparada con la que tenemos en el intestino.
Sin embargo, los investigadores han investigado no sólo a los gemelos, sino también a los ratones gnotobióticos. Estos ratones están especialmente criados para que en su intestino sólo 15 especies de bacterias que tienen los seres humanos. Pues bien, en el intestino de los ratones gnotobios no influyeron las bacterias de los yogures, pero sí en la expresión de algunos genes que codifican enzimas importantes en el metabolismo de los carbohidratos.
Estudiando los metabolitos urinarios de los ratones, los investigadores han afirmado que comer yogures probióticos altera el metabolismo. Por lo tanto, parece que los yogures probióticos aumentan la expresión de los genes de algunas enzimas, lo que mejora el metabolismo de los carbohidratos.
Los propios investigadores han reconocido que son pocas siete parejas para sacar conclusiones definitivas, pero también han subrayado que los ratones gnotobióticos parecen idóneos para realizar este tipo de investigaciones. El estudio ha sido publicado en la revista Science Translational Medicine.