La agencia encargada de la seguridad alimentaria de la EFSA en la Unión Europea ha analizado los últimos estudios sobre el impacto del bisfenol (más de 800 investigaciones en 2013) y ha llegado a la conclusión de que existe riesgo de afección a la salud.
El bisfenol-A se utiliza, junto con otras sustancias, en plásticos y resinas, incluidos los envases de alimentos y bebidas. Los investigadores advierten de que puede ir de los materiales a la comida o a la bebida, aunque sea en pequeñas cantidades.
Los estudios han demostrado que el Bisfenol-A eleva el nivel de linfocito auxiliar T en el área, lo que puede provocar una inflamación alérgica en los pulmones y alteraciones autoinmunes. Además, vieron que puede influir en el desarrollo, la reproducción y el metabolismo.
Así, la EFSA ha decidido reducir la ingesta diaria admisible: de 4 microgramos a 0,2 nanogramos por kilo corporal. Es decir, 20.000 veces menos que antes.
Indican que en los estudios realizados se ha superado este límite por las personas de todos los tramos de edad que consumen bisfenol-A.
Por otro lado, el Consejo General de Investigaciones Científicas (CSIC) ha anunciado que las bebidas azucaradas contienen 100 veces más sustancias plastificantes que el agua. El estudio ha sido publicado en la revista Environment International en la que se afirma que los plastificantes son habituales en las bebidas, especialmente en los azúcares. Entre estos compuestos destaca el fosfato de 2-etilhexildifenil.
Los organofosfatos se añaden a los plásticos para darles durabilidad y flexibilidad. Sin embargo, en los organismos vivos pueden causar problemas neurológicos, hormonales, de fertilidad y cáncer. El CISC ha comprobado que más del 95% de las bebidas analizadas tenían algún tipo de organofosfato. Las más abundantes fueron las bebidas de cola, luego las azucaradas con sabor a cola y, en menor medida, las aguas. Afirman que el origen de los plastificantes no es sólo del envase, sino también del azúcar.
Se advierte que aunque la dosis de plastificante que se toma con las bebidas está por debajo del límite de riesgo, se toma también de otras fuentes, por lo que se aconseja tenerla en cuenta.