Los astrofísicos de la Universidad de Texas han detectado en el espacio una velocidad superluminal (mayor que la de la luz). Se trata de un fenómeno relacionado con la dispersión anómala que, aunque se ha visto en otros ámbitos, es la primera vez que se observa en la naturaleza.
Precisamente, los astrofísicos estaban realizando el seguimiento de un pulsar que se encuentra a más de 10.000 años luz. Los pulsares son estrellas de neutrones que giran muy rápido y emiten ondas electromagnéticas que se repiten en intervalos muy cortos y regulares. A medida que atraviesan el espacio, los pulsos van cambiando y, en base a ello, los astrofísicos pueden conocer mejor el cosmos. Ahora desde el observatorio de Arecibo (Puerto Rico) han visto que la velocidad de grupo de los pulsos de este pulsar es mayor que la velocidad de la luz debido a la dispersión anómala.
Según el astrofísico Jesús Arregi, a pesar de la importancia del descubrimiento, "no es de extrema importancia". De hecho, a través de estos pulsos no se podría transmitir información, por lo que el fenómeno no cuestiona la teoría de la relatividad --la teoría dice que la información no puede transmitirse más rápido que la luz -. No obstante, Arregi considera que la investigación es interesante ya que abre el camino para estudiar el entorno interestelar.