Pasado hoy a gran altura
Investigadores argentinos han encontrado estromatolitos intensos en algunos lagos salados de los Andes a más de 4.000 metros de altitud. Aunque los estromatolitos fósiles se encuentran en diferentes lugares del mundo, es muy difícil encontrar estromatolitos vivos. Hay algunos en el mar, como en la Bahía Australiana del Tiburón, o en los lagos salados, como en Yellowston, pero es la primera vez que los encuentran a tan alta altura.
El hallazgo ha sido realizado por investigadores del Laboratorio de Investigaciones Microbiológicas de los Lagos de los Andes, LIMLA, dirigido por la microbióloga María Eugenia Farías. Los lagos se encuentran en la meseta de Puna y tienen agua muy salada. Además, a esta altura, la radiación ultravioleta es muy grande y la tensión de oxígeno es baja. En palabras de Farías, "hay condiciones similares a las de una época en la que la Tierra era joven".
De este modo, los investigadores esperan obtener datos para conocer mejor la evolución de la Tierra a través del estudio de estos estromatolitos. De hecho, los científicos creen que los estromatolitos y otros microorganismos fotosintéticos han cambiado la composición de la atmósfera.
Además, los estromatolitos de los lagos de Puna pueden ser valiosos para la investigación futura. Basándose en sus características, se pueden desarrollar interesantes aplicaciones biotecnológicas, según Farías. Por ejemplo, su capacidad de fijación de dióxido de carbono en condiciones extremas puede ser útil para crear una aplicación contra el cambio climático.
Otras aplicaciones pueden ser filtros de radiación ultravioleta, sustancias antioxidantes, sistemas de fijación de nitrógeno en el suelo, biorremediación...
Los investigadores han pedido a las autoridades que implementen leyes y realicen las infraestructuras necesarias para proteger los lagos. Y es que están en peligro: Un pozo cercano al pueblo de Tolar Grande ya está contaminado, probablemente con aguas negras que llegan al pueblo y cuyos estromatolitos están muertos, mientras que el agua del lago Socompa se dirige a Chile para la minería.
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