Educación Ambiental en el Sistema

Desde los años sesenta y setenta, grupos humanos y movimientos concienciados han reivindicado el cambio político imprescindible para mantener el Planeta en el que vivimos, poniendo de manifiesto la problemática de los límites del crecimiento y el desarrollo. Replantea la relación persona/medio ambiente.

El Sistema Educativo, si bien en ocasiones ha olvidado los problemas y planteamientos relacionados con los ámbitos académicos y la vida cotidiana, en busca de esa vinculación con la realidad, en algunos casos ya ha comenzado a relacionarse con la vida cotidiana, el entorno, la persona y la sociedad.

Con ello se hace hincapié en el valor del entorno, su conocimiento y contacto, porque podemos desarrollar todas nuestras capacidades de una manera más adecuada y eficaz; el entorno es un recurso pedagógico que “explotamos”.

Pero el reto no es sólo cosa de la escuela, sino de toda la sociedad. Se atribuye al Sistema Educativo la tarea de sensibilizar a la nueva generación. Por su parte, quiero destacar dos de las lagunas que tiene, por un lado, que con esta política, nosotros mismos, quienes deterioramos día a día el entorno, tenemos la excusa de seguir igual, mientras que ahora seguimos aumentando el daño, dejamos la responsabilidad de aplicar las soluciones para después y las dejamos a la espalda. Por otro lado, y en la medida en que la escuela es un reflejo de la sociedad, nos encontramos ante un comportamiento puramente cínico, ya que los valores y comportamientos que pedimos a la escuela son contrarios a los que imperan en todo tipo de entornos, en casa, en la calle, en la comunidad escolar, en los medios de comunicación, etc.

En la actualidad, dentro de la Reforma Educativa, se ha adoptado un modelo de integración de la Educación Ambiental: el modelo de líneas transversales. Desde la sociedad han surgido algunas de las necesidades y sensibilidades que actualmente se recogen en el apartado de Líneas Transversales. En consecuencia, queremos revisar la Función Educativa que queremos conseguir con esta sociedad, incluida la escolar, y dentro de ella también la relación con el entorno.

Este modelo es plenamente coherente con los principios, métodos y objetivos de la Educación Ambiental. La calidad de vida y la mejora del entorno no son temas que deben abordarse en una disciplina o área sino experiencias de aprendizaje basadas en el estilo de enseñanza, estilo de vida, uso de recursos y organización de espacios.

Este modelo, a su vez, nos lleva a ponerse de acuerdo con las líneas a través del otro y a construir conjuntamente un pensamiento global para comprender los problemas sociales.

Teniendo en cuenta la perspectiva de la educación global y con el fin de posibilitar la coherencia de objetivos y medios, las acciones para el desarrollo de la Educación Ambiental serían:

  • Remodelar los contenidos curriculares, fomentando el tratamiento interdisciplinar de los contenidos; explicando la dependencia humana del entorno; poniendo de manifiesto las relaciones entre la realidad cercana y el entorno lejano y planteando acciones a favor del entorno.
  • Desarrollar la educación para la participación y la acción social, extender la escuela a la sociedad, trabajando conjuntamente con instituciones, grupos y movimientos sociales en la mejora del entorno y de la calidad de vida.
  • Reconversión de la vida colectiva escolar: remodelando espacios externos e internos, reduciendo el consumo de recursos y la producción de residuos y mejorando las relaciones personales y los métodos de enseñanza.
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