Los investigadores holandeses han estudiado las consecuencias de la coevolución entre los patógenos y el sistema inmunitario humano y han descubierto que las variaciones genéticas que ayudan a combatir ciertas enfermedades infecciosas agravan el riesgo de ciertas enfermedades inflamatorias y autoinmunes. Además, han destacado que en la actualidad el sistema inmunitario sigue evolucionando en función del lugar de residencia y estilo de vida de las personas.
Los investigadores recuerdan que la inflamación es una de las respuestas más eficaces para combatir las enfermedades infecciosas. Y como en el pasado la esperanza de vida era más corta, las enfermedades inflamatorias y autoinmunes que se producen a lo largo de la vida no tenían tanta influencia. Por ello, se han priorizado las mutaciones que protegen contra enfermedades infecciosas a lo largo de la historia evolutiva. Además, han destacado los orígenes de los grupos humanos y la influencia de las migraciones.
Por ejemplo, el parásito de la malaria ha infectado a las poblaciones africanas durante miles de años. Por tanto, los procesos evolutivos han seleccionado el ADN de las personas resistentes a las infecciones. Esto se debe a que, junto con la resistencia, tienen más posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares. Así, los africanos actuales tienden a desarrollar la arteriosclerosis y otras enfermedades cardiovasculares.
Por su parte, algunas poblaciones hereditarias neandertales presentan una mutación que les confiere cierta resistencia al VIH, lo que les aumenta el riesgo de padecer asma, alergias y otras enfermedades autoinmunes.
Entre los ejemplos actuales destacan la diferencia entre un grupo cazador-recolector africano y un grupo afro-americano urbanizado: a medida que adquieren hábitos de vida occidentales tienden a padecer diabetes tipo 2.
Además de demostrar que la metodología utilizada es adecuada para este tipo de conclusiones, los investigadores han reconocido que todavía queda mucho trabajo por hacer, ya que sólo han analizado grupos humanos limitados. Los resultados han sido publicados en la revista Trends in Inmunology.