Para llegar a esta conclusión han utilizado una serie
de fotografías tomadas durante un día lunar, 28 días en la Tierra.
Algo parecido ocurre en los polos de la Tierra los días de verano, el sol no se oculta, pero en invierno ocurre lo contrario: no aparece el sol. Este fenómeno se debe a que el eje de rotación de la Tierra está inclinado unos 23 grados. Por el contrario, la inclinación de la Luna es de sólo 1,5 grados, por lo que es posible que en algunas zonas polares se mantenga siempre durante el día, como en los bordes del cráter Peary del Polo Norte.
El Polo Sur aún no ha sido estudiado, por lo que queda por ver si hay zonas de sol incesante.
Sin embargo, los investigadores han mostrado su satisfacción por el hecho de que pueden ser espacios adecuados para ubicar las bases en la Luna, donde se estima que hay una temperatura de 50 ºC bajo cero, ambiente cálido comparado con los -180 ºC del ecuador lunar.