Investigación tecnológica
La ausencia de facultades científicas hasta hace poco tiempo ha sido muy perjudicial para el País Vasco. Uno de los impactos más destacados ha sido el no desarrollo de la investigación tecnológica. Además, salvo algunas excepciones, el tamaño relativamente reducido de la mayoría de los talleres ha hecho prácticamente imposible el desarrollo de la investigación en los talleres. Por ello, la mayoría de las industrias vascas llegaron a los años 70 sin desarrollar la investigación tecnológica.
A pesar de no ser una investigación, los responsables técnicos de la industria buscaron otras vías para que sus productos fueran competitivos. Ahora la situación es diferente. La investigación tecnológica en otros Estados europeos se ha venido desarrollando desde hace tiempo, y para hacer frente a sus productos, aquí tampoco se puede rechazar la investigación.
Existen siete centros de investigación patrocinados por el Gobierno Vasco (Ceit, Ikerlan, Inasmet, Tekniker, Gaiker, Labein y Robotiker). Estos centros representan el mayor porcentaje de recursos destinados a la investigación tecnológica en el País Vasco.
En la investigación aplicada también se debe analizar la relación cliente/proveedor. La industria debe desarrollar una serie de productos obteniendo una adecuada relación calidad/precio (para que sea competitiva en el mercado). Su ámbito no es la investigación, pero en más de una ocasión necesitará investigación para alcanzar sus objetivos.
Para que la oferta sea adecuada desde el punto de vista del centro tecnológico hay que tener en cuenta diferentes puntos de vista. Por un lado, el centro debe estar equipado con los equipos adecuados y por otro lado, hay que tener en cuenta el nivel de los investigadores. En cuanto a la instrumentación, a lo largo de la década de los 80 los centros del País Vasco fueron mejorando notablemente, en la mayoría de los casos gracias al dinero público.
En cuanto al nivel de técnicos e investigadores, el problema es mucho más complejo. Dado que las condiciones de creación de cada centro son diferentes y teniendo en cuenta las diferencias existentes entre los diferentes departamentos de cada centro, no es posible dar una visión global de este tema. Sin embargo, la falta de tradición investigadora en nuestro País no ha contribuido en absoluto.
La metodología necesaria para la investigación no surge de pronto. Por lo tanto, las relaciones con centros de investigación extranjeros en la creación del grupo de investigación han sido muy importantes y gracias a ello, la metodología de investigación desarrollada desde hace tiempo en otros estados está plenamente integrada aquí. Sin embargo, los otros grupos de trabajo no tuvieron esa relación y hoy en día su comportamiento es evidente. En este sentido, y recordando nuevamente la falta de tradición, en algunos casos ha sido posible que técnicos que no han realizado ningún trabajo de investigación a lo largo de toda su vida sean ahora responsables de investigación de los centros. Esto es difícil de ver en centros extranjeros.
Finalmente, en esta relación industrial/investigación hay que tener en cuenta la comunicación. Muchas veces el investigador no entiende lo que la industria quiere. Del mismo modo, en más de una ocasión el investigador se encuentra con dificultades para encontrar un interlocutor técnico adecuado en el taller. Estas dificultades pueden hacer que el trabajo que se realiza en el centro no esté relacionado con el que necesita la industria.
Por lo tanto, cuando se subraya que en las estadísticas se utiliza el 1,6% del PIB en I + D (objetivo de la CAPV para el próximo año), este número es teórico. Si se tuvieran en cuenta únicamente los proyectos que han servido de apoyo a la industria, la cantidad mencionada anteriormente ascendería al menos a la mitad. Ese es, en mi opinión, el principal obstáculo que debe superar la investigación tecnológica del País Vasco en los próximos años. De lo contrario, si no afecta a la red industrial, este tipo de investigación no tiene sentido.
Zu idazle
Zientzia aldizkaria
