En Alemania del Este, al noreste de Dresde, se encuentra la mayor central térmica del mundo que funciona a base de carbón. Cada año ha emitido a la atmósfera 267.000 toneladas de dióxido de azufre, 21.000 toneladas de polvo y 25.000 de óxidos de nitrógeno.
Ahora se trata de mantener dos tramos de esta central, cada uno de ellos de 500 megavatios, a los que se les está realizando una planta de desulfurización. Se estima un coste de 1.400 millones de marcos.