Analizando 292 sistemas fluviales de todo el mundo, en la mayoría de los casos, en 172, investigadores suecos han descubierto que hay al menos un embalse. En Europa, por ejemplo, el 60% de los ríos han sufrido variaciones en su caudal debido a embalses y otras construcciones. Por el contrario, en Australia, Nueva Zelanda y sus islas adyacentes la proporción es muy baja y sólo el 17% de los ríos tienen embalses.