Los científicos han demostrado que en los sedimentos del fondo marino habitan bacterias que además producen un gas que actúa sobre el calentamiento global, el metano.
Los sedimentos marinos cubren el 70% de la superficie terrestre y albergan a la mitad de los microorganismos presentes en el planeta. Sin embargo, los científicos desconocían la cantidad de microorganismos vivos que había en los sedimentos y, con tal fin, en 2001 se tomaron muestras del Pacífico de hace 16 millones de años.
Estas muestras fueron extraídas de los 400 metros de profundidad del fondo marino y los investigadores comprobaron la existencia de ARN ribosómico de bacterias. Este ARN, al ser destruido inmediatamente después de la muerte celular, es un buen indicador de células vivas. Fue entonces cuando se descubrió que había muchos ARNs ribosómicos en las muestras. Se estima que entre el 10% y el 30% de las células presentes en los sedimentos estaban vivas. Esto significa que las células que se encuentran bajo el fondo del mar se multiplican más o menos como las que se encuentran en la superficie.
Estas bacterias no necesitan oxígeno para vivir y producen grandes cantidades de metano. Sin embargo, todavía no saben hasta qué punto este metano afecta al calentamiento global. Además, se realizarán estudios genéticos que permitirán a los científicos conocer más sobre bacterias que viven en condiciones extremas.