Enseñanzas sobre la gripe A

Leturia Yurrita, Iñaki

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Los casos que habitualmente se envían a casa fueron hospitalizados durante la pandemia. Ed. Christian Harberts, 350rf.com

2009 fue el año de la gripe A. Una mutación del subtipo H1N1 del virus Influenza A saltó primero de los cerdos a los seres humanos y se expandió en humanos hasta extenderse por todo el mundo. En junio la Organización Mundial de la Salud decretó la pandemia. Pandemia hace referencia al ámbito geográfico más que a la gravedad de la enfermedad. Esta pandemia, la primera desde 1968, ha sido el punto de partida para la redacción de su tesis por parte del pediatra Eider Oñate. En ella se analiza la incidencia de una situación de este tipo en los servicios sanitarios y en la población.

Oñate trabaja en la Unidad de Cuidados Intensivos de Pediatría del Hospital Universitario Donostia y ha investigado sobre cómo afectó a los niños de Gipuzkoa esta mutación del virus H1N1. "La alarma de las autoridades sanitarias estaba justificada por los presupuestos teóricos, pero afortunadamente la pandemia no fue tan grave como se esperaba", recuerda el pediatra. La investigación ha confirmado que en los niños (en principio uno de los grupos de riesgo) el efecto de este subtipo de gripe era similar al de la gripe estacional.

Además, el estudio explica que, comparando los datos anteriores y posteriores a la pandemia, el número de consultas en los servicios de urgencias y los ingresos hospitalarios aumentaron considerablemente. “La alarma social modificó la práctica clínica habitual de los médicos pediatras”, reconoce Oñate. Por ejemplo, al tratar a un niño asmático con gripe A se actuaba de otra manera, sin sustentarse tanto en la práctica clínica, y en aquella época era más fácil la hospitalización que normalmente se enviaba a casa.

Sin embargo, el pediatra considera que sería inexcusable si se hubieran producido numerosas víctimas que no se hubieran adoptado las medidas que se habían adoptado y que por tanto podían haberse evitado. De hecho, ha añadido Oñate, “nadie sabe cuándo volverá a suceder la próxima pandemia y en cualquier momento puede ocurrir otra tan virulenta como la de 1918”. Afortunadamente, 2009 no era el momento, pero esta crisis ha servido para sacar lecciones. H1N1 Por el virus de la gripe A XXI. La experiencia adquirida como consecuencia de la primera pandemia surgida en el siglo XX servirá para establecer nuevas estrategias diagnóstico-terapéuticas en los próximos años.

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