Para alimentar teléfonos móviles, GPS, lectores mp3, etc. no se necesita mucha electricidad y varios grupos de investigadores quieren utilizar la energía que genera el cuerpo humano para abastecer de energía a estos pequeños dispositivos. Se han dado a conocer dos investigaciones de este tipo, una en la que se pretende aprovechar la energía que se gasta en el proceso de andar y otra en la que se pretende crear ropa que produzca energía al moverse.
El primero se está estudiando en la Universidad de Michigan. Se está desarrollando un dispositivo que se adhiere a la rodilla, que derrocha energía al circular. Cuando la rodilla avanza en cada paso toma velocidad. Sin embargo, cuando el pie toca el suelo, la rodilla se frena en la nueva posición sobre el pie. La energía que recibe el dispositivo es la energía de frenado de la rodilla.
El segundo es un hilo especial que se está fabricando en el Instituto de Tecnología de Georgia. Han fabricado nanofibras piezoeléctricas, es decir, fibras muy pequeñas que producen electricidad debido a una tensión mecánica (en este caso frotando uno contra otro).
Mediante estas nanofibras, cubiertas las fibras que se utilizan habitualmente en la industria textil, se han fabricado hilos aptos para la confección de prendas de vestir. Con el uso de estos hilos para tejer una camisa o jersey, los científicos quieren conseguir ropa que produzca electricidad con el movimiento.