Sistema verde de protección solar excesiva

Mediante la fotosíntesis, las plantas verdes transforman la energía solar en energía química. Pero, cuando les llega más energía de la que necesitan, ¿cómo consiguen que el exceso de energía no dañe? Investigadores de Berkeley, EEUU, han estado estudiando y la respuesta ha sido publicada en la revista Science.

Parece que la clave está en la molécula de zeaxantina. La zeaxantina es un carotenoide cuya función es fundamental para proteger las células vegetales de la energía solar excesiva. De hecho, la zeaxantina es la energía solar que absorberá la clorofila y no la utilizará en ese momento. Esto permite evitar procesos de oxidación perjudiciales para las células vegetales.

Además, los investigadores han visto que el sistema de protección de las plantas es realmente fino. Esto se debe a que las moléculas de zeaxantina se generan en el momento de su puesta en marcha y el sistema es muy sensible a los cambios de luminosidad: También detecta un cambio de luminosidad provocado por una nube que pasa frente al sol. En concreto, el detector es el cambio que produce la energía solar en el pH de las células vegetales.

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