En el estudio del genoma, los investigadores del centro de investigación australiano CSIRO han estimado que la esperanza de vida propia de los seres humanos es de 38 años. Según este método, neandertales y denisoveses tenían una longitud de vida similar a la del hombre moderno: 37,8 años.
Durante la investigación se han utilizado genomas de 252 especies y se ha observado que en los vertebrados, la metilación de 42 genes concretos permite calcular la esperanza de vida de la especie. Entre los ejemplos se han citado tanto especies actuales como desaparecidas, como el mamut peludo (60 años), el elefante africano (65) y la ballena groenlandesa (268).
Según los investigadores, el conocimiento de la esperanza de vida de las especies es necesario para establecer políticas de biodiversidad adecuadas, por lo que esperan que el método desarrollado sea útil. El estudio ha sido publicado en la revista Scientific reports.