Un grupo de científicos marinos ha realizado un gran experimento para averiguar si la adición de hierro al mar puede provocar el hundimiento del dióxido de carbono por el aumento del fitoplancton. El resultado ha sido afirmativo: el fitoplancton es ideal para hundir el dióxido de carbono en el mar. Algunos creen que este efecto, si se produce a mayor escala, provocaría un enfriamiento del clima.
La idea la expuso el ecólogo John Martín. “Dame un gran recipiente lleno de hierro y voy a hacer la siguiente era de hielo”, decía. El hierro es un abono para las algas del fitoplancton y puede provocar un bloom de las algas, es decir, un aumento repentino en el mar. Las algas crecen por absorción de dióxido de carbono, aumentando considerablemente y absorbiendo gran cantidad de dióxido de carbono de la atmósfera. Se cree que el efecto invernadero de la Tierra podría reducirse y, en ese caso, el clima se enfriaría.
Pero si el efecto persiste, es necesario hundir las algas, ya que de lo contrario podría existir un riesgo de reaparición y retorno de dióxido de carbono a la atmósfera. Precisamente en el Instituto de Investigación Marina y Polar de Handelshafen, Alemania, los biólogos han demostrado que se hunden. Dentro del proyecto EIFEX (European Iron Fertilization Experimental), han realizado una sesión a gran escala. Se emitieron catorce toneladas de hierro en un remolino marino que fue dispersado por el movimiento del agua. Dos semanas después, apareció un aumento de fitoplancton visible por satélite. Con el tiempo, el zooplancton se alimentó de este fitoplancton y los científicos siguieron los residuos —los excrementos del zooplancton y las células de algas muertas—. Más de la mitad de esta biomasa se hundió por debajo de los mil metros; los expertos creen que este dióxido de carbono estará hundido durante siglos.
El experimento ha tenido dos lecturas. Por un lado, lo relacionado con los pasados: el enfriamiento del clima puede estar relacionado con el polvo de hierro que cae al mar. Y por otro lado, el futuro: hay quien opina que si el hierro se vierte al mar se enfría el clima, siempre que sea muy grande. Sin embargo, los investigadores han subrayado que habría que tener muy en cuenta las consecuencias ecológicas que esto tendría.