Muchos consideran que la dislexia no puede ser considerada una enfermedad grave, pero esto no debe ocultar la importancia de esta disfunción, ya que dificulta el desarrollo de miles de niños. Y un descubrimiento que facilitará un mejor conocimiento de la dislexia: un equipo de investigadores parece haber conseguido averiguar dónde se produce la disfunción cerebral. Como es sabido, en la corteza cerebral (sobre el oído izquierdo) existen dos puntos fundamentales que facilitan el correcto desarrollo de actividades como la lectura.
Junto a ellos hay un tercer espacio, pero hasta ahora el investigador no ha conseguido separar su función. Como hemos podido comprobar recientemente, este tercer tramo es un puente que coordina ambas zonas, un mecanismo inactivo a disléxicos.
Para llegar a este resultado, el equipo de investigadores midió mediante un test la actividad del cerebro a un grupo de niños. Los datos comprobaron que las dos partes de la corteza cerebral de los niños sin dislexia llevaron a buen término su trabajo: una parte identificó la palabra leída y la otra dividió la palabra y representó su sonido en el cerebro, mientras que el puente entre ambas funciones lo hizo la tercera parte.
En el caso de los disléxicos, el puente entre las dos partes no se activó, por lo que el lector disléxico no podía asimilar las palabras, creando una disfunción entre las dos partes del cerebro. Conociendo el espacio en el que se desarrolla la función de coordinación, los investigadores han mostrado una gran esperanza. El diagnóstico de la dislexia y el adecuado sistema educativo para superar este problema será más fácil a partir de ahora.