Un equipo independiente de la OMS presenta su estrategia de prevención de las pandemias del futuro

Galarraga Aiestaran, Ana

Elhuyar Zientzia

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Ed. C McZinc/OMS

El año pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) creó un grupo de trabajo independiente para desarrollar una estrategia de prevención de las pandemias del futuro basada en evidencias (the Independent Panel for Pandemic Preparedness and Response). Ahora, analizando las medidas adoptadas por las instituciones para hacer frente al covid-19 y la evolución de la pandemia, el grupo ha presentado los resultados obtenidos y los pasos a seguir en el futuro, tanto para frenar el covid-19 como para evitar que futuras brotes se conviertan en catástrofes globales.

Según el informe presentado por el grupo de trabajo, el mundo necesita un nuevo sistema internacional de prevención de pandemias. De hecho, ha detectado fallos en todos los eslabones del actual sistema de vigilancia y respuesta. En su opinión, la vigilancia era débil y carecía de recursos económicos suficientes; el sistema de alertas era demasiado lento y discreto; la OMS no ha tenido poder suficiente; la respuesta ha incrementado las desigualdades sociales y no ha habido liderazgo político global.

Además, cuando se produjeron las primeras brotes, pasó demasiado tiempo para ser advertido de los responsables sanitarios internacionales. Incluso cuando se declaró la situación de emergencia, la mayoría de los países quedaron a la espera de que sucediera, en lugar de preparar una respuesta contundente. no ha habido coordinación internacional y los representantes de la OMS no han tenido capacidad de influencia suficiente. El hecho de no hacer previsiones ha provocado que no se tengan en cuenta las desigualdades sociales, por lo que la brecha se ha incrementado.

Basado en evidencias

Además de los errores, el equipo ha destacado algunos aspectos positivos. Entre ellos se encuentran el esfuerzo del personal sanitario y la respuesta de algunos países, utilizando lo aprendido de las plagas anteriores, basándose en la ciencia y utilizando una comunicación transparente y eficaz, reforzando la comunidad. También ha visto que dar una buena respuesta no está relacionada con el nivel económico de los países, sino que algunos países ricos no han sido capaces de controlar el covid-19.

Reconoce que las vacunas se han desarrollado realmente rápidamente pero que hay que conseguir que la distribución sea equitativa. Y ha afirmado que una de las claves para avanzar es compartir datos e información científica. Así lo ha expresado Hellen Clark, presidente de Nueva Zelanda y miembro del equipo en la presentación del informe: "La ciencia ha dado el mundo cuando más lo necesitaba, y esa ciencia dependía del intercambio abierto de datos y conocimientos. Sus beneficios también deben ser compartidos de forma libre y abierta".

Propuestas a corto y largo plazo

El grupo considera que ahora la prioridad es hacer frente al covid-19, presentando propuestas a corto plazo. Pero, al mismo tiempo, ha destacado que lo que está pasando es una asignatura y ha asesorado para estar preparados para futuras intervenciones.

Las declaraciones a corto plazo incluyen la distribución equitativa de las vacunas y del conocimiento y la tecnología para su producción; la transferencia de recursos económicos al proyecto ACT-A para la creación de herramientas para combatir el covid-19; la implantación de medidas no farmacológicas en todos los lugares en función de la situación epidemiológica; y el diseño de una estrategia de la OMS con objetivos claros para que todos los países trabajen conjuntamente para superar el covid-19.

A largo plazo, y para que las siguientes apariciones no se conviertan en pandemias, ha dado consejos concretos. Primero, que sea responsabilidad de liderazgos políticos de alto nivel hacer frente y responder a las pandemias, dentro de la cual los líderes de todos los Estados y Gobiernos hagan una declaración política en la asamblea especial de Naciones Unidas de septiembre. Por otro lado, fortalecer el poder, la independencia y la capacidad económica de la OMS, y ahora invertir para afrontar las futuras crisis.

Considera imprescindible crear un sistema ágil de vigilancia y notificación de brotes, así como una plataforma que garantice el conocimiento, producción, distribución y regulación de los instrumentos terapéuticos y sanitarios. Propone establecer un sistema de financiación a largo plazo y, por último, una comunicación directa entre los gestores de la pandemia y los jefes de gobierno. El equipo de trabajo ha destacado la necesidad de que los gestores sean interdisciplinares y de que la comunidad también participe, especialmente los colectivos en riesgo de exclusión.

Junto con el informe general, el grupo de trabajo ha presentado un resumen y otro documento que recoge los momentos más significativos de esta pandemia.

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