La Realidad Virtual es una herramienta inmejorable para todo tipo de simulaciones, por lo que este mundo está entrando poco a poco en nuestra vida diaria, sobre todo en la ciencia y el trabajo. Pero hoy en día, hay que romper totalmente con la realidad para poder realizar simulaciones, bien porque se producen dentro de los ordenadores, bien porque mediante gafas y sensores dejan al usuario totalmente aislado del exterior. El Espacio Común es un concepto que se ha buscado una solución a este problema. El objetivo es adaptar las simulaciones e imágenes generadas por el ordenador a entornos físicos para poder disfrutar de las ventajas de la realidad virtual en nuestra vida diaria.
Supongamos que un grupo de arquitectos se reúne para analizar un proyecto, cada arquitecto llevará un diseño tridimensional en un disco y gracias a un holograma situado sobre una mesa, podrá enseñar su trabajo a los demás. El resto de los miembros podrán realizar modificaciones sobre la imagen, superponer partes de otros diseños o escribir notas.
El carácter físico de la simulación hace que no haya una distribución entre los dos mundos y que no sea necesaria ninguna interfase para poder visualizar las imágenes.
Sin duda, eso parece una película de ciencia ficción, pero ese será el siguiente paso para adaptar la Realidad Virtual a nuestras necesidades. Y pronto.