Los astrónomos han utilizado diferentes métodos para observar el agujero negro supermasivo de Sagittarius A*, en medio de la Vía Láctea, a 27.000 años de luz de nosotros, como el estudio de sus estrellas más cercanas. Pero hasta ahora no han tenido evidencia directa. Ahora, gracias al proyecto internacional Event Horizon Telescope (EHT), los primeros resultados son correctos. Hace tres años, el mismo grupo mostró la primera imagen de un agujero negro y ahora obtiene la imagen de Sagittarius A*.
Explican que en realidad los agujeros negros son muy pequeños en comparación con el tamaño del universo. Por lo tanto, sería necesario un telescopio a medida de la Tierra para observar uno de ellos. Como esto no es posible, han utilizado una red de ocho telescopios de radio, y las imágenes que toman se concentran en un telescopio virtual. Luego regeneran las imágenes mediante complejos análisis de las imágenes.
Es lo que han hecho para obtener la imagen de Sagitario A*. Como se sabe, es imposible ver el agujero negro, porque es completamente oscuro. Lo que se ve es un gas brillante que orbita a su alrededor. Y es que la luz se curva por la fuerte gravedad del agujero negro, cuatro millones de veces más masiva que nuestro sol.
Los astrónomos indican que el resultado ha cumplido plenamente sus expectativas y recuerdan que coincide con las predicciones de la Teoría de la Relatividad General de Einstein. De hecho, la imagen del agujero negro de 2019, M87*, y la actual, de Sagittarius A*, sólo se distinguen en la medida. Teniendo en cuenta que la masa de Sagitario A* es miles de veces menor que la del M87*, el hecho de que la imagen sea la misma confirma que la teoría predice perfectamente cómo son los agujeros negros.
El hecho de que Sagitario A* sea menor significa que el gas que le rodea se mueve más rápidamente que el M87*, lo que dificulta la obtención de la imagen. Sin embargo, han conseguido superar el reto, tras cinco años de observaciones, y comparar y combinar los datos obtenidos con las imágenes obtenidas mediante simulaciones, utilizando supercomputadoras.
La comparación de las imágenes de los dos agujeros negros proporciona datos muy valiosos para seguir investigando los agujeros negros. Ya tienen más imágenes del propio Sagitarius A* y analizarán su evolución. Adelantan que en el futuro pueden tener películas.