Aunque este año está a punto de terminar el esquí, cualquier momento de aconsejar es bueno. De los informes presentados por la doctora Brigitte Valois en una revista parisina hemos extraído interesantes ideas.
Al igual que cualquier deportista realiza ejercicios de calentamiento antes de empezar a practicar deporte, desde tres semanas antes de empezar a esquiar conviene reforzar los músculos de las piernas. Es cierto que el esquí no es un deporte muy dinámico (es tónico), pero al estar los pies unidos a los esquís sufren una gran fatiga. Además, como muchos esquiadores no practican deporte a lo largo del año, cada vez hay más razones para reforzar los músculos en las tres semanas anteriores.
En cuanto a los accidentes, se puede decir que todo esquiador ha sufrido un accidente. El mayor porcentaje de accidentes se produce al final del día o el tercer o cuarto día (por ejemplo, en los que se desplazan una semana).
La adaptación a la altitud no plantea muchos problemas, ya que la mayor parte de las estaciones de esquí europeas se encuentran a unos 2.000 m de altitud. Sin embargo, lo que puede causar algún pequeño problema es el esfuerzo a esa altura. La falta de aclimatación se aprecia especialmente cuando se realizan jornadas de uno o dos días.
El último factor es el correspondiente al frío. • Cambios significativos desde que estás practicando el deporte hasta que estás en reposo. Por lo tanto, se deben utilizar prendas calientes y ajustadas al cuerpo.