Desafío múltiple

Las jornadas que se han llevado a cabo bajo el nombre de Nuevos Retos en Química ya han finalizado, por lo que creo que ha llegado el momento de la reflexión.

Cuando decidimos organizar un ciclo de conferencias, fijamos unos objetivos principales. Si las aportaciones principales de las jornadas se centran en tres áreas: que los alumnos reciban una imagen avanzada de la química, que refuercen las relaciones entre la Universidad y las empresas y que los empresarios reciban información relevante de los ponentes invitados a las conferencias.

A través de la revolución de la bioquímica o de cómo se fabrican nuevas y maravillosas fibras, los expertos que han acudido a las jornadas han ofrecido una serie de charlas. Por otro lado, al menos en uno de los casos, las visitas a empresas también han dado excelentes resultados y así nos lo manifestaron tanto alumnos como empresarios. En este sentido, podemos afirmar que las jornadas Nuevos Retos en Química han alcanzado su nivel.

Sin embargo, después de un año de trabajo de organización, los verdaderos retos me han surgido de cara a cara, con el paso de un sacudido u otro. He podido comprobar que nuestros esfuerzos están bastante lejos de los intereses de las empresas; prueba de ello es que las empresas que han apoyado las jornadas han considerado esta iniciativa como un mero evento imaginario. De la misma manera, a los actos organizados se asistió menos empresarios de los que queríamos, a pesar de que fueron muchos los jóvenes que se acercaron para crear nuevas empresas.

Para dar respuesta a esta situación hay que tener en cuenta dos datos principales: uno, que Hego Euskal Herria está formado por pequeñas y medianas empresas (de menos de 250 trabajadores) que generan más del 90% del Producto Interior Bruto. El segundo, sólo el 7% de los propietarios o gestores de estas empresas tienen titulación superior. Los dos factores mencionados, es decir, el tamaño de las empresas y el limitado nivel académico de la dirección, constituyen una barrera importante para responder adecuadamente a la oferta recibida de la Universidad y, en la misma medida, obtener un rendimiento adecuado.

No se puede bajar el nivel del evento, si queremos avanzar deberemos ofrecer productos de calidad, lo que necesariamente requiere investigación y formación.

En consecuencia, es necesario construir un puente para que los alumnos altamente cualificados se incorporen al mundo empresarial. El objetivo de ADEGILAN es este y para ello ha puesto en marcha nuevos programas, denominados PRAXIS y FINEST, con los que se pretende orientar a los alumnos hacia las empresas. Estos programas servirán para estrechar lazos entre la Universidad y la empresa. Y mientras tanto, seguiremos afrontando nuevos retos, tanto en química como en el resto de disciplinas.

Por último, Elhuyar. Quisiera agradecer a través de estas líneas el apoyo de la revista Zientzia eta Teknika a este proyecto.

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Eusko Jaurlaritzako Industria, Merkataritza eta Turismo Saila