La fotógrafa estadounidense Karine Aigner ha sido la mejor fotógrafa del Año de la Vida Silvestre de este año, con esta fotografía realizada en una bola de aire que gira sobre arena caliente.
Salvo uno, todos los demás son machos y tienen como objetivo cubrir a la única hembra que se encuentra en el centro. Según el jurado, la fotografía recoge y transmite perfectamente el zumbido de las abejas, el movimiento y la intensidad de la acción, con tanta grandeza que “el cactus -abeja pequeñita los convierte en grandes competidores”.
Aigner es la quinta mujer ganadora de este premio en cincuenta y ocho años.
Otras fotografías premiadas son: