Confirman diferencias entre cerebros de mujeres y hombres

Analizando las investigaciones sobre el cerebro llevadas a cabo en los últimos veinte años, los investigadores de la Universidad de Cambridge han concluido que las estructuras cerebrales femeninas y las masculinas no son iguales, es decir, que hay diferencias entre unas y otras, sobre todo en el sistema límbico y en las estructuras relacionadas con el lenguaje.

El estudio ha sido publicado en la revista Neuroscience and Biobehavioral Reviews. Según él, se han analizado concretamente los artículos científicos publicados entre 1990 y 2013. A pesar de que en un principio se encontraron con 5.600 artículos, muchos han tenido que descartarlos, por ejemplo porque no separaban los datos por sexo. Finalmente se han considerado 126 artículos que han permitido recoger datos significativos de miles de cerebros.

Comparando estos datos, los investigadores observan diferencias significativas en los volúmenes de determinadas estructuras cerebrales de hombres y mujeres. Estas diferencias son especialmente importantes en el sistema límbico y en las áreas relacionadas con el lenguaje. De hecho, muchos estudios han puesto de manifiesto que el sistema límbico está más desarrollado en los hombres que en las mujeres, y que se invierte en las estructuras relacionadas con el lenguaje. Por tanto, no es de extrañar que el estudio conjunto confirme este resultado.

Los investigadores han dado importancia a ello y han afirmado que en adelante no podrán actuar como si no hubiera diferencias, “sobre todo en la investigación de enfermedades psíquicas más frecuentes en hombres o mujeres”.

De hecho, los investigadores creen que la diferencia de enfermedades psíquicas puede estar relacionada con las diferencias entre los cerebros de mujeres y hombres. Han mencionado el autismo, la esquizofrenia y la depresión y la ansiedad. De hecho, algunas áreas del sistema límbico que aparecen diferenciadas por sexo están relacionadas con estas enfermedades, y las enfermedades no tienen la misma prevalencia en unos casos y en otros: el autismo aparece más temprano y más frecuente en los chicos que en las chicas, y algo parecido ocurre con la esquizofrenia más tarde, mientras que la depresión y la ansiedad aparecen más a menudo en las chicas durante la adolescencia. Por ejemplo, no han podido ver cómo se van explicando las diferencias en el cerebro de chicos y chicas, a medida que avanzaba la edad, ya que la mayoría de los cerebros estudiados eran de edades comprendidas entre los 18 y los 45 años. Por ello, señalan que en los próximos años habrá que investigar también otras franjas de edad, los primeros años de su vida.

También se han reconocido otras limitaciones, como por ejemplo los datos que aparecen en las investigaciones, que en la mayoría de los casos se refieren al volumen de los cerebros, que no tuvieron en cuenta el peso y la altura de las personas.

Además, los investigadores han subrayado la necesidad de investigar individualmente las consecuencias de los factores que afectan a la estructura del cerebro, desde los factores ambientales y sociales a los biológicos, como las hormonas esteroides prenatal o los cromosomas sexuales.