Todos preferimos el zumo de naranja recién exprimido, pero muchas veces bebemos envasado por la indiferencia. Sin embargo, no hay diferencias. El zumo envasado se pasteriza para eliminar los microorganismos causantes de las enfermedades, pero en el proceso el sabor cambia. Los investigadores de la Universidad de Florida han conseguido preparar un zumo envasado con el mismo sabor que el recién exprimido.
Para ello utilizan el dióxido de carbono a presión durante todo el proceso y al final separan el zumo y el gas. Así, los microorganismos mueren sin alterar el sabor del zumo. Aunque la fecha de caducidad es similar a la de otros zumos envasados, el par de meses, la vitamina C se conserva mejor. Los que lo han degustado dicen que es como el recién exprimido.