En la cueva de Alkerdi 2 (Urdazubi) se han encontrado una docena de grabados figurativos de hace 25.000 años. Entre ellos destacan bisontes, uros, caballos y, sobre todo, cuatro bulvas. También hay series de cinco líneas dobles de pintura roja. Estaban escondidos en un lugar de difícil acceso.
Los trabajos han sido coordinados por Diego Garate Maidagan, experto en arte rupestre de la Universidad de Cantabria. Se trata de un conjunto sobresaliente, ya que presenta características poco habituales en el arte rupestre paleolítico. De hecho, el análisis de las líneas grabadas demuestra que la persona que las realizó no era un artista hábil, ya que no es capaz de crear líneas continuas y seguras. Normalmente no es así: las figuras de las paredes de difícil acceso suelen ser realizadas por expertos, como si de alguna manera se las guardaran para ellos. En Alkerdi 2 no ocurre eso.
A pesar de que las investigaciones siguen en marcha, han confirmado la importancia de la cueva de Alkerdi 2 para conocer mejor el origen de la expresión artística. El equipo investigador está formado por especialistas multidisciplinares que ayudan a obtener una visión completa del sistema kárstico Alkerdi-Zelaieta-Ikaburu.