En la fase III de las sesiones clínicas se han suspendido las pruebas de vacunación que se están desarrollando por la Universidad de Oxford y Astrazeneca, debido a los graves problemas de salud de uno de los participantes.
Otros ocho candidatos en la fase III, uno de los que mayor esperanza ha generado: Algunos países europeos ya habían alcanzado acuerdos de compra tras la autorización de comercialización.
Sin embargo, para obtener la autorización es imprescindible superar la fase III. En las dos primeras fases hay que probar, en decenas de voluntarios, que la vacuna es segura y efectiva. La siguiente fase consiste en afinar la eficacia, determinar las dosis y garantizar que no produce efectos secundarios en miles de voluntarios (en este caso 30.000). Ahora, hasta que no se aclaren los problemas que ha tenido el voluntario y las vacunas, la investigación ha sido suspendida.
Astrazeneca ha señalado que este tipo de incidencias son habituales en el desarrollo de medicamentos. Por otro lado, algunos expertos han destacado que lo ocurrido demuestra que el procedimiento de desarrollo de las vacunas es transparente y fiable.
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