Es posible que un virus desarrolle una enfermedad celíaca

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Ed. Pixabay

La enfermedad celíaca tiene una base genética, pero el tener ciertos genes no significa que se vaya a desarrollar la enfermedad: sólo el 3-4% de los que tienen estas variantes genéticas la desarrollan. Pues bien, un estudio publicado en la revista Science revela que una infección vírica puede ser uno de los factores que desencadenan la enfermedad.

Se trata de un revirus aparentemente asintomático que infecta nuestro intestino delgado sin causar daño. Sin embargo, según este último estudio, los efectos sobre las personas con tendencia genética a padecer una enfermedad celíaca varían: alteran la tolerancia inmunológica a los alimentos.

Esto se debe a que el cuerpo es tolerante a los antígenos de los alimentos y no produce agresión inmunológica. Pero en el caso de la enfermedad celíaca esta tolerancia se pierde y provoca una respuesta inmune al gluten. Según el nuevo estudio, los virus pueden impedir esta tolerancia inmunológica al gluten: alteran la expresión de los genes de la mucosa intestinal y pierden la tolerancia a los antígenos de los alimentos. Como consecuencia, se ponen en marcha las células del sistema inmunitario y se produce una inflamación intestinal.

Si bien ya existían evidencias epidemiológicas que permitían establecer relaciones entre los virus y la enfermedad celíaca, hasta el momento no ha habido evidencia experimental de esta relación. En cualquier caso, la investigación se ha realizado en el ratón, por lo que habrá que analizar si tiene la misma incidencia en los seres humanos.

Ainara Castellanos Rubio es genética de la UPV/EHU dedicada a la investigación de la enfermedad celíaca y ha destacado que de momento se trata de una investigación con ratones. “Parece que los reobirus tienen algo que ver, pero además del reobirus son necesarios otros factores para el desarrollo de la enfermedad. No es el único factor, al fin y al cabo hablamos de enfermedades complejas y necesitamos más información sobre ellas”.

Al preguntarse por las nuevas estrategias que puede abrir la investigación ante la enfermedad celíaca, Ainara reconoce que puede abrir muchos campos de investigación: “una opción sería desarrollar una vacuna para evitar el desarrollo de la enfermedad. Por ejemplo, para los niños que son hermanos de celíacos, si tienen riesgo genéticamente, se podría desarrollar una vacuna para evitar la infección del virus y reducir el riesgo. Pero no se podrá desarrollar una vacuna antirrábica, es decir, aunque la vacuna esté contra el virus, no significa que cure la enfermedad”.

Más allá del posible beneficio de una posible vacuna, y teniendo en cuenta que las alergias alimentarias y las enfermedades autoinmunes son cada vez más frecuentes, la nueva investigación servirá para tener una visión más amplia de este tipo de enfermedades.

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