En viajes internacionales, puede ser más habitual de lo previsto que los viajeros traigan a su casa microorganismos resistentes en sus intestinos. Así lo demuestra una reciente investigación publicada por investigadores de la Universidad de Washington y Maastricht en la revista Genome Medicine.
Los 190 holandeses que han viajado a África y Asia han estudiado los excrementos de los 190 holandeses después de viajar y han visto que aparecen más genes (AMR) resistentes a los antibióticos. En todos los casos, tras el viaje, la diversidad de genes AMR fue significativamente mayor. Y además de los genes AMR que se conocían, también han encontrado noticias.
En total se han identificado 56 genes. Entre ellos, diez son de alto riesgo, seis de los cuales no se mostraron en muestras previas a viajar. Por otro lado, advierten de que los genes AMR también se encontraron antes de viajar, por lo que es muy probable que los viajeros los trasladen a la meta.