El efecto invernadero no sólo afecta a la temperatura, sino también a la presión atmosférica. La investigación se ha llevado a cabo en la Universidad Victoria de Canadá y han sido los primeros en medir el impacto de la actividad humana en los barómetro. Se han utilizado cuatro modelos climáticos para comprobar si había influencia humana en los cambios de presión de los últimos 50 años.
Para ello han actuado con los factores de efecto invernadero y han comprobado que el modelo se ajustaba a la realidad cuando se tenían en cuenta los gases emitidos por el ser humano. La presión y el clima están íntimamente relacionados, ya que la presión del aire controla la circulación atmosférica, que depende de la lluvia, la temperatura, las tormentas y el viento.