En la lucha contra las vacas locas

A pesar de que la carne que se vende para comer está totalmente garantizada, la enfermedad de las vacas locas sigue causando problemas. Sin embargo, la solución a estos problemas estará en breve disponible.

Hoy en día el riesgo no proviene del consumo de carne de vaca, sino de los seres humanos responsables de la enfermedad en sangre. Y es que transcurre mucho tiempo entre los priones modificados que causan la enfermedad en la sangre y los síntomas de la enfermedad. Por lo tanto, las personas contaminadas pueden vivir muchos años sin saber que padecen la enfermedad, y en ese tiempo hay riesgo de contagio.

Además, el test de diagnóstico de la enfermedad no es del todo riguroso y por debajo de cierto número de priones da negativo a pesar de tener priones en la sangre. Por lo tanto, en las transfusiones y en las operaciones los médicos deben tener especial cuidado, sobre todo en Gran Bretaña, donde más se ha extendido la enfermedad.

Ahora, los investigadores han presentado la forma de eliminar completamente el riesgo en ambos casos y han anunciado que se comercializarán a principios del próximo año. Por un lado, una compañía estadounidense ha desarrollado un filtro para eliminar los priones de la sangre.

Filtro para eliminar los priones de la sangre.
Compañía Pall

Los sistemas de destrucción de patógenos en sangre no sirven para los priones, ya que estos sistemas tienen como objetivo el ADN o el ARN, y los priones no contienen material genético. Con este filtro se eliminan todos los priones, incluso en aquellos casos en los que el test de diagnóstico ha resultado negativo.

Por otro lado, se ha inventado una técnica para la esterilización de los aparatos utilizados en las operaciones. Normalmente se utiliza la temperatura y la presión para la esterilización de los aparatos quirúrgicos, evitando así la desaparición de los priones. En la técnica que ahora proponen se aprovecha la corriente eléctrica. Esta corriente eléctrica genera unas partículas muy reactivas con oxígeno capaces de destruir toda la materia orgánica, incluidos los priones.

Estas medidas pretenden evitar todos los riesgos. Hay que tener en cuenta que los dos últimos casos descritos se contagian por transfusión.

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