Baterías dulces
Un equipo de investigación del Instituto Politécnico de Virginia y la Universidad ha desarrollado una batería que funciona con azúcar. Las nuevas baterías tienen una gran capacidad de almacenamiento de energía y son recargables y biodegradables. Por tanto, es posible que en un futuro se convierta en sustituto de las baterías convencionales.
Y. H. El estudio del grupo dirigido por el profesor Percival Zhang ha sido publicado en la revista Nature Communications. El investigador tiene un sentido absoluto empezar a utilizar baterías de azúcar que no tienen efectos sobre el medio ambiente, “porque el azúcar es el compuesto perfecto de la naturaleza para almacenar energía”.
Para poder desarrollar las baterías de azúcar, el equipo de Zhang ha seguido la línea de trabajo que le ha sido fiel en los últimos años: mezclar enzimas presentes en la naturaleza en combinaciones no naturales. En este caso construyeron una enzima sintética que actuara como catalizador de la reacción. Esta enzima, en las pilas de combustible formadas por enzimas, permite utilizar todos los potenciales de carga del azúcar.
Al igual que el resto de pilas de combustible, la batería de azúcar combina aire y combustible, en este caso maltodextrina, para producir electricidad y agua.
Las baterías de azúcar no tienen riesgo de explosión, no son inflamables y tienen mayor capacidad de almacenamiento de energía. Teniendo en cuenta que cada año hay millones de baterías que se tiran a la basura, desde el punto de vista ambiental las baterías de azúcar parecen una solución adecuada.
Las baterías fabricadas con azúcar, en principio, no son nada nuevo, pero las desarrolladas por el equipo de investigación de Virginia Tech, tienen una capacidad mucho mayor que las presentadas hasta el momento para recargar los teléfonos móviles. El propio Percival Zhang, en 2008, presentó el camino para obtener hidrógeno a partir del azúcar, indicando que en el futuro podrían sustituir a los combustibles derivados del petróleo.
Zu idazle
Zientzia aldizkaria
