Ecolocación temprana de las ballenas en un hueso mental fósil

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El cráneo de la ballena Cotylocara macei de hace 28 millones de años. Ed. James Carew y Mitchell Colgan

Gracias a una ballena fósil de 28 millones de años, un grupo de investigadores ha descubierto que la eco-acumulación de cetáceos se desarrolló muy temprano, según ha publicado la revista Nature. El estudio de las características anatómicas del fósil hallado en California, de nueva especie Cotylocara macei, oligoceno, ha revelado su adaptación al uso de la ecolocación, como lo indican los cambios de densidad ósea y las cavidades para aire.

El descubrimiento ha sido realizado por un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina Osteopática del Instituto de Tecnología de Nueva York. Según ellos, el fósil encontrado pertenece a una familia extinguida que se separó hace al menos 32 millones de años. Esto significaría que una forma primitiva de la ecoloquiación evolucionó antes de separar los ballenas de la familia Cotylocara del antepasado común de las ballenas dentadas actuales, entre hace 32 y 35 millones de años. Los investigadores han destacado que el descubrimiento del fósil ha situado la evolución de la eco-localización en una época en la que se estaba produciendo la diversificación de las ballenas, "el tamaño del cuerpo de las ballenas que se estaban modificando en aquella época, el tamaño relativo del cerebro y los patrones de alimentación", señalan.

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